El gran desafío global en materia de construcción es crear espacios de calidad en ciudades densas. Lo anterior teniendo en cuenta que en el 2030 el 70% de las personas vivirán en zonas urbanas, según cifras del Banco Interamericano de Desarrollo (Vivir en El Poblado, 2015).
En 2015 durante el Acuerdo de París varios países, entre ellos Colombia, se comprometieron a desarrollar ciudades más sustentables. Así mismo, los líderes mundiales adoptaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad del mundo.
En ese sentido, el sector de la construcción está llamado a contribuir en la transformación de las ciudades. Por lo tanto, debe superar desafíos medioambientales para hacer frente a los efectos del cambio climático, y tecnológicos para adaptarse a la Cuarta Revolución Industrial (Construcción 4.0).
¿Qué es la sostenibilidad o sustentabilidad aplicada a la construcción? Es aquella que desde la planeación, diseño y arquitectura implementa prácticas responsables. Además, busca el equilibrio entre la protección del medioambiente, el desarrollo social y el crecimiento económico. También cubre las necesidades actuales sin comprometer las necesidades de generaciones futuras.
Si deseas invertir en un proyecto de vivienda sostenible, asegúrate de que las constructoras apliquen algunas de las siguientes prácticas:
La construcción se debe adaptar a un entorno donde todo se está informatizando, digitalizando y robotizando. Aunque en este sector los productos sí se están industrializando, el gran reto es industrializar los procesos.
La industrialización da como resultado mayor calidad y coordinación entre el proyecto, la obra y la tecnificación. Esto sin dejar de lado los procesos artesanales indispensables (Tenorio, J. A. 2019).
Para dar el paso hacia la digitalización de esta industria, el reto es implementar herramientas innovadoras. La metodología BIM (Building Information Modelling) o Modelo de Información del Edificio es una de las más importantes. Se trata de un software dinámico que procesa y gestiona los datos durante el ciclo de vida de un edificio en tiempo real.
Según el Foro Económico Mundial, es uno de los mayores avances de la industria: ofrece acceso a diferentes integrantes de un proyecto y permite mejorar la eficiencia, rentabilidad y operación de los proyectos.
Los edificios inteligentes responden a las exigencias de los usuarios de contar con lo último en tecnología. Apuestan por soluciones técnicas que generan un mayor confort: tecnologías para nuevos usos, aislamientos, materiales con memoria, nanotecnología y fabricación aditiva (impresión 3D).
El IoT permite observar cómo se comporta un edificio en el interior y el exterior, descentralizar la toma de decisiones y usar la información permanentemente.
Ofrece nuevas posibilidades de monitoreo que favorecen el mantenimiento, el control y la prevención.
Amarilo forma parte de la iniciativa nacional Unidos por los ODS. Cuenta con una estrategia de sostenibilidad que abarca asuntos sociales, económicos y ambientales. De acuerdo con su informe de sostenibilidad 2018 (Amarilo, 2018), entre sus programas se destacan:
Proveeduría responsable: con el que pretende trascender las buenas prácticas en sostenibilidad a sus proveedores y contratistas.
Eficiencia operacional: la constructora creó el programa de gestión del cambio enfocado en la sostenibilidad. Lo logró con la plataforma de excelencia BIM: Soy BIMer Amarilo. De esta manera clasificó en el índice de madurez BIM (nivel avanzado según estándares internacionales).
Programa de Acompañamiento Social (PAS): por este medio se socializan los proyectos con los habitantes para que se apropien de estos y creen comunidades sostenibles.
Desempeño ambiental: hace un uso eficiente de recursos naturales y no naturales. En el 2018 se aprovechó la madera en la fabricación de casetas, señalización, barandas de escaleras, entre otras actividades. Más del 70 % del acero utilizado en las obras fue material reciclado de acuerdo con los protocolos de calidad. Además reutilizó un 20 % sobre el total de los residuos de construcción y demolición RCD.
Por otro lado, sentó las bases para promover un programa de ahorro de consumo de energía. Su prioridad son los centros de trabajo en obra.
En cuanto al cuidado del agua, reutilizó un 20 % del agua en actividades de lavado.
Construcción sostenible: implementa diferentes certificaciones en esta materia: Edge, LEED, Casa Colombia, Well, Living Building Challenge, entre otras.
Marval le ha apostado a la construcción “ciudad dentro de la ciudad” para generar espacio público y mejorar la calidad de vida. De acuerdo con reporte de su presidente Rafael Marín Valencia al diario La República, los proyectos están diseñados para promover hábitos amigables con el medio ambiente con la disposición de ciclo rutas y bicicleteros. Así mismo, en ellos se empezaron a implementar prácticas sostenibles. Estas son la utilización de aguas lluvia, el reciclaje de basuras y la integración de energías limpias con paneles solares. (Monterroso, H. La República, 2018).
¿Te animas a tener un mejor lugar para vivir?
Formar parte de un proyecto de vivienda sostenible establece una nueva manera de relacionarse con el entorno y la naturaleza. Además, ofrece múltiples ventajas: optimización de recursos, ahorro de agua y energía reflejados en la factura de servicios públicos y una mejor calidad en el ambiente. Conoce aquí los proyectos de vivienda de nuestras constructoras.
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